Rehabilitación y motivación tras un accidente cerebrovascular:
Para José Cazorla, un residente de Bilbao de 83 años de edad, el ataque se produjo en la mañana, sin aviso previo. Después de despertarse para hacerse un café, notó que su pierna derecha la sentía diferente a lo habitual: «Sentí que mi pierna estaba pesada y no podía levantarla», recuerda. «Pensé que tal vez había sufrido un golpe«. Le pidió a su esposa que llamara al 112 y poco después llegó al hospital.
La rápida reacción de los médicos ayudó a asegurar una intervención temprana en el accidente cerebrovascular, lo que a su vez ayudó a su recuperación notablemente corta de apoplejía. Él todavía sufre de algunos efectos neurológicos mínimos (a veces tiene dificultad para recordar el nombre de los objetos, por ejemplo). Pero en solo cuatro meses tras su accidente cerebrovascular, José Cazorla ya está viviendo en su casa, caminando sin bastón y viajando por Bilbao en autobús.
El accidente cerebrovascular es la cuarta causa de muerte en los Estados Unidos, según el Centro de Control de Enfermedades. Comúnmente causado por un coágulo de sangre, un accidente cerebrovascular es un accidente vascular en el cerebro, donde el cerebro está privado de flujo sanguíneo adecuado y oxígeno. Sin una intervención temprana, la falta de flujo sanguíneo y oxígeno deriva en la muerte celular dentro del cerebro. Dependiendo de qué área del tejido cerebral se vea afectada, un accidente cerebrovascular puede tener graves efectos sobre el habla, habilidades cognitivas y habilidades motoras básicas.
La prevención es el primer paso para mitigar los efectos secundarios de un derrame cerebral. Al reconocer los síntomas de un derrame cerebral, una intervención temprana -y potencialmente capaz de revertir los efectos del accidente cerebrovascular- es mucho más probable. Cada minuto que el cerebro experimenta flujo sanguíneo restringido aumenta la probabilidad de que el accidente cerebrovascular produzca efectos secundarios significativos. Cuanto más tiempo se tarda en obtener atención médica, más probable es que el paciente tenga pérdida de tejido cerebral.
Se aconseja que los ancianos y sus familiares se familiaricen con los posibles síntomas del accidente cerebrovascular y cómo responder:
- Debilidad facial: La caída de los músculos faciales o parálisis parcial, a menudo en un lado de la cara, puede indicar el inicio de un accidente cerebrovascular.
- Brazos: Cuando sospeches de un accidente cerebrovascular, pídele al individuo afligido que levante ambos brazos y los mantenga en alto. La dificultad para mantener el equilibrio de ambos brazos es un síntoma potencial de apoplejía.
- Dificultades en el habla: La boca torcida o la incapacidad para pronunciar palabras (una condición conocida como afasia) puede indicar el inicio de un accidente cerebrovascular.
- Rapidez en la respuesta: Los miembros de la familia necesitan conocer que los síntomas del accidente cerebrovascular son una emergencia y que una reacción rápida puede ser la diferencia entre una recuperación completa y una vida de discapacidad.
Rehabilitación tras un accidente cerebrovascular:
El objetivo de la rehabilitación después de un accidente cerebrovascular es devolver al paciente al más alto nivel de funcionalidad posible. Debido a los efectos neurológicos de un accidente cerebrovascular, en el que la capacidad de los pacientes para llevar a cabo las acciones cotidianas a menudo es muy limitado, el proceso de rehabilitación consiste en enseñar a un paciente cómo realizar esas acciones(tales como el habla, caminar, la coordinación ojo-mano y el uso del baño) que se perdieron durante el accidente cerebrovascular. En casos en los que la recuperación completa de un accidente cerebrovascular podría no ser posible, se enseñarán ciertas estrategias compensatorias. Por ejemplo, el accidente cerebrovascular puede haber limitado gravemente la capacidad de un paciente para usar su brazo derecho, por lo que un terapeuta podría ayudar al paciente a aprender a entrar y salir de la cama sin el uso de ese brazo.
Después de un accidente cerebrovascular, el tipo de rehabilitación para el que el paciente está preparado depende del tipo y la extensión del accidente cerebrovascular. El enfoque más intensivo para la rehabilitación se encuentra en un centro de rehabilitación para pacientes hospitalizados.
La rehabilitación de pacientes hospitalizados involucra a los pacientes en una variedad de terapias dirigidas a restaurar la función neurológica. Los pacientes viven en la instalación, donde participan en terapia física, terapia ocupacional y terapia del habla, con dos sesiones por día para cada uno. Además de este régimen, los pacientes trabajan con enfermeras y médicos que están familiarizados con las complicaciones del accidente cerebrovascular, junto con los trabajadores sociales que ayudan con un plan de alta para el retorno de los pacientes a sus hogares.
Pero no todos los mayores están listos o pueden participar en la rehabilitación de pacientes hospitalizados. Para aquellos pacientes que no son capaces de participar, un centro especializado puede proporcionar una gama de programas terapéuticos en un entorno diferente. Algunos pacientes son atendidos mejor por terapia de salud en el hogar, donde un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional llegan a casa y proporcionan rehabilitación adicional en ese entorno. Otras opciones incluyen el ingreso en pisos tutelados, lo que permite un cierto grado de independencia al mismo tiempo que presta servicios como cocinar, lavar y bañarse. Cuando un paciente no se ha recuperado lo suficiente después de la rehabilitación, especialmente cuando persisten cuestiones como la movilidad, el control intestinal y la capacidad de proporcionar cuidados personales, la mejor opción para el anciano podría ser la atención a largo plazo proporcionada por una residencia de ancianos. El objetivo final, sin embargo, es devolver al paciente al mayor nivel de independencia que sea posible, independientemente de cuál sea el camino de recuperación que mejor satisfaga las necesidades de los pacientes.
Para la mayoría de los pacientes, la recuperación de un accidente cerebrovascular dura de seis meses a un año de terapia de rehabilitación intensiva y focalizada. Cuanto antes un paciente pueda comenzar a participar en la rehabilitación, mayores serán las probabilidades de una recuperación completa. Nuestra idea del cerebro ha cambiado en la última década, solíamos pensar que después de la infancia, todo lo que pierdes en el cerebro estaba perdido, estamos empezando a entender ahora que el cerebro tiene la capacidad de desarrollar nuevas células nerviosas. En otras palabras, después del daño neurológico causado por un accidente cerebrovascular, el cerebro tiene la capacidad de regenerarse a sí mismo. Como resultado, la comunidad médica ha desarrollado nuevas terapias diseñadas para involucrar completamente la parte del cerebro que ha sido afectada por el accidente cerebrovascular. Por ejemplo, un fisioterapeuta podría restringir el uso de un brazo no afectado por el accidente cerebrovascular para hacer que el paciente practique más actividades con el brazo afectado.
Motivación y salud emocional en la recuperación del derrame cerebral:
La rehabilitación, como dice José Cazorla, no es un proceso fácil. Mientras se recupera de su accidente cerebrovascular en Bilbao, ha aprendido a soportar el ejercicio ya que descubrió que es algo muy importante.
El proceso emocional de recuperación de un accidente cerebrovascular, que para muchos pacientes incluye la depresión, no puede ser subestimado. En particular, los pacientes deben estar motivados para aprovechar al máximo su rehabilitación. Hay que asegurarse de que estamos trabajando en metas que el paciente ha establecido y no en nuestros propios objetivos. Se debe establecer esa relación y realmente conocer al paciente y lo que requiere, si solo planteamos nuestra meta, eso no ayudará, debe ser una meta conjunta. Establecer objetivos a corto plazo puede ayudar a los pacientes a ver su progreso y motivarlos aún más. Y debido a que a menudo es difícil comunicarse con pacientes con deficiencias cognitivas o del habla, el apoyo de los miembros de la familia puede ser crítico para una rehabilitación eficaz.
La depresión también puede afectar la recuperación de un accidente cerebrovascular. La depresión es muy común y puede estar relacionada con la propia lesión cerebral y sus efectos secundarios neurológicos. La depresión debe ser tratada agresivamente para que no interfiera con el proceso de recuperación. Los antidepresivos permitirán que algunos pacientes permanezcan en el camino de la recuperación, mientras que el asesoramiento también puede ser eficaz si el habla o la capacidad cognitiva del paciente no ha sido muy afectada por el accidente cerebrovascular. Sin embargo, fomentar la independencia del paciente es primordial, un componente esencial para la motivación y la salud emocional durante la recuperación del ictus. Debemos hacer todo lo posible para mejorar el nivel de independencia del paciente y su sentido del control. Ésa es la clave clave. En cualquier lugar que puedan tener control, que lo tengan.
Cómo prevenir la repetición de un ictus:
Aproximadamente el 25% de las víctimas de un accidente cerebrovascular tendrán otro derrame cerebral en los siguientes cinco años. Eso es porque el paso final en la recuperación del movimiento incluye tomar las medidas derechas para disminuir la probabilidad de experimentar una repetición del mismo. Los factores de riesgo para el accidente cerebrovascular incluyen presión arterial alta, coágulos sanguíneos anormales (a menudo provocados por colesterol alto), estrés, tabaquismo y mala nutrición. Para muchas personas, la obesidad puede ser un problema, así como la genética y la diabetes. Si un individuo ha experimentado ya un ictus, un médico puede proporcionar la dirección que tomará en cuenta los factores de riesgo únicos de cada individuo. Sin embargo, la mejor defensa contra la repetición de un accidente cerebrovascular para cualquier paciente que se recupera es un estilo de vida saludable combinado con una interacción social regular. Los seres humanos son sociales, y estamos muy interconectados, nuestros cerebros no funcionan tan bien cuando estamos desconectados socialmente.
Al fin y al cabo, aunque los accidentes cerebrovasculares tienen consecuencias físicas, la mayoría de los pacientes explican que la dimensión más difícil de la recuperación es la necesidad de volver a aprender las habilidades que alguna vez formaron parte de la vida cotidiana. Con la combinación correcta de motivación y atención terapéutica especializada, un paciente puede experimentar la recuperación tanto del cuerpo como de la mente.
Quién ha escrito este artículo:
«Soy Silvia, psicóloga especialista en Psicogerontología y en Ansiedad y Estrés. Me encanta la psicología y principalmente, su relación con temas de salud, algo habitualmente olvidado y la investigación. En topMAYORES intentaré colaborar con la elaboración de artículos relacionados con temas de cuidados y salud, que puedan ser de tu interés, así como otro tipos de artículos relacionados con los mayores. Me tenéis a vuestra entera disposición para sugerencias en relación a aquellos temas de los que os gustaría conocer más cosas. Un saludo.»
Silvia Hernández, psicóloga especialista en Psicogerontología
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