Residencia Virgen de la Fuensanta
Residencia de ancianos y tercera edad: Residencia Virgen de la Fuensanta en Murcia
Centro de ancianos concertado en Murcia, para mayores y tercera edad, la Residencia Virgen de la Fuensanta.
Puedes consultar precios y solicitar información:
Puedes visitar la residencia en persona y salir de dudas. Pero si no tienes tiempo o primero quieres consultar algunas dudas antes de desplazarte. Te ofrecemos la posibilidad de preguntar directamente sin salir de nuestra web. Y en menos de un minuto puedes resolver tus dudas.
En la parte derecha de esta web verás un sobre postal dibujado y escrita la frase: «Enviar consulta gratis». Haz clic con la flecha del ratón y se abrirá una ventana para que preguntes todo lo que consideres oportuno. Y tu consulta será enviada directamente a los consultores senior de topMAYORES.es, que si tienen la información que solicitas, te contestarán a la mayor brevedad posible.
Si decides hacer visitar la residencia, te recomendamos que llames primero por teléfono para pedir cita.
Equipo profesional y servicios de la Residencia Virgen de la Fuensanta:
Cuenta con un médico al servicio del residente. Y un profesional que sigue su evolución y que está a disposición siempre que se le necesita.
Asimismo, brindan servicios de enfermería especializada para cada caso.
Además. el médico y enfermeras se encargan de coordinar la atención sanitaria de los residentes. Con el objetivo de velar por su salud de una manera personalizada y cercana.
También, dispone de cocina propia, elaboran las comidas propias de la región como en casa. Y su equipo de nutrición y médico innovan para que la dieta no sólo sea sana y equilibrada. Si no variada, sabrosa y alimenticia. Además, se adaptan a las diferentes intolerancias y ofrecen un menú nutritivo con el correcto aporte calórico necesario.
En la residencia disponen de habitaciones dobles e individuales, exteriores, climatizadas. Y dotadas de cama articulada, baño geriátrico, timbres de llamada, etc.
Si quieres conocer en mayor profundidad el equipamiento y las instalaciones de esta residencia geriátrica de la tercera edad en Murcia. Tan solo pincha con la flecha del ratón en la pestaña “servicios”.
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3 Reseña en “Residencia Virgen de la Fuensanta”
“En Virgen de la Fuensanta se sentirá como en casa, con un servicio y trato profesional, pero ante todo, muy humano”. Así reza la publicidad de su página web, nada más lejos de la realidad vivida recientemente en el trato con mi marido y conmigo.
Enfermo terminal, me vi obligada a utilizar una residencia, con todo el dolor de mi corazón, confiando en el buen hacer de esta. ¡¡Cuánto me arrepiento!! Hemos recibido un trato pésimo.
Al cuarto día de su estancia, mi marido se trastornó y lo tuvieron que trasladar al hospital. No me avisaron, me enteré yo de casualidad, porque llamaba todas las mañanas para ver cómo había pasado las noches. Me personé en la puerta de Urgencias para recibirlo, y se me cayó el alma a los pies al contemplar cómo llegaba mi pobre Miguel, tan indefenso, y lo habían dejado solo… ¡¡SOLO!! A un ser ciego y moribundo; y llegaba medio desnudo -con el frío que hacía¬¬¬ – Si me hubiera imaginado algo así, me habría personado yo en la residencia para que fuera acompañado. Sus últimos momentos de consciencia -pues lo sedaron a las dos horas de llegar a la UCI- transcurrieron así. -“La próxima vez irá alguien con él” – fue la explicación que me dieron cuando llamé. Murió cuatro días después.
La segunda dosis de “humanidad” la sufrí en mis propias carnes cuando días más tarde y mediante cita previa, fui a recoger con una sobrina las pertenencias de mi marido. Tras 25 minutos en la acera de la calle, porque nadie nos atendía, apareció alguien que nos comunicó que esperáramos, sin ni siquiera abrir la cancela no ya del edificio- que comprendo que por motivos de seguridad fuera imposible – sino del jardín. Cuál no sería nuestro asombro al ver salir entonces a una señora de la limpieza no con el macuto de mi marido, sino con una BOLSA de BASURA con algunos de sus haberes. Nadie sabía dónde estaba nada de lo que faltaba, nadie dio la cara más que para pasar la factura. (Días más tarde, y tras varias reclamaciones, me devolvieron el macuto, aunque siguieron faltando cosas).
Si el esperpentismo no lo hubiese inventado Goya, lo habríamos encontrado aquí, en esta residencia, en este trato cruel, en este maltrato a mi pobre y querido esposo, en esta falta de sensibilidad y de profesionalidad, en el fondo de esa bolsa de basura. No cometan mi mismo error.
Mª Carmen Belmonte.
Una verdadera familia. Muy agradecida.
personal muy profesional, trato cercano y familiar, comida estupenda.
No está mal esta residencia.