Tecnologías digitales y mayores: nuevos retos en el presente

Tecnologías digitales y mayores. «La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas». Anthony Robbins

Introducción.

En diciembre de 2019 surge la enfermedad de Covid-19, reconociéndose como pandemia global el 11 de marzo de 2020. Una de sus mayores consecuencias se establece con  el aislamiento social, como media beneficiosa para la protección contra la enfermedad. Los mayores son el sector más vulnerable, por su exposición a los efectos negativos, extremándose, por ende, dicho distanciamiento.

La evidencia científica ha relacionado el aislamiento social de las personas mayores con un incremento de las enfermedades mentales, un empeoramiento de la calidad de vida, una mayor mortalidad y unos efectos negativos en factores de resiliencia y de autoestima. Por tanto, es lógico pensar que a pesar de ser necesario ese aislamiento, el impacto sobre su bienestar ha sido muy perjudicial, tanto en los mayores que viven en comunidad, como los que viven en centros residenciales.

Tecnologías digitales y mayores. El uso de las Tecnologías como necesidad de conexión social y emocional.

Los primeros movimientos sociales, en pro de paliar el aislamiento y soledad a los mayores, se basaron en desarrollar redes de apoyo y acompañamiento para interconectar personas y emociones, y es ahí cuando el teléfono se hace imprescindible.

Las distintas ONG y Ayuntamientos comienzan entonces a cambiar el foco en una necesidad de acompañamiento telefónico, convirtiéndose los móviles en los grandes aliados en esa ausencia de proximidad física que acaba siendo emocional y ayudando a aligerar esa “carga” de ansiedad o soledad en cada llamada que se produce.

La tecnología forma parte de la autonomía y de la independencia de las personas mayores y les proporciona nuevas oportunidades de crecimiento personal.

Entre esas iniciativas destacan los de la Asociación “Grandes Amigos”, bajo su lema “Mayores sin Soledad”,  trabajando directamente con las personas mayores, desde la serenidad y el rigor marcado por la autoridades, asimismo preservando su salud física y psicológica, sintiéndose acompañadas, de manera telefónica, en una situación que limitaba sus ya de por sí mermadas relaciones sociales.

Otras iniciativas en la misma línea fue la desarrollada desde el Área de Cooperación al Desarrollo y Voluntariado de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y Cruz Roja, poniendo en marcha un programa de voluntariado para paliar la soledad de las personas mayores durante la cuarentena a través del acompañamiento telefónico, o el surgido desde el Ayuntamiento de Alaquàs (Valencia), como el del servicio telefónico «Alaquàs te escucha», para ayudar a los mayores que vivían solos y en aislamiento social debido a la pandemia, o el proyecto del Ayuntamiento de Madrid, “Minutos en compañía», dentro del programa “Adopta un abuelo”.

Tecnologías y Envejecimiento Activo.

Basándonos en los estudios científicos sobre los beneficios del envejecimiento activo (Casado-Muñoz, R. et al., 2015). Se considera que el uso de la tecnología forma parte de la autonomía y de la independencia de la persona. También puede contribuir positivamente en ulteriores aspectos relacionados al bienestar y al sentido de la vida. Ya que puede proporcionar a las personas mayores nuevas oportunidades de crecimiento personal.

La mejor manera para mitigar el impacto de aislamiento social  es cuando hablamos de la llamada “Smart Technology” o Tecnología inteligente. Y son herramientas que combinan la tecnología y los accesos a redes de Internet para facilitar dicha conexión. De ahí la importancia que ha supuesto en personas adultas el uso de redes como ventanas al exterior, redundando en una mayor conexión y apoyo social.

Por ello, el siguiente paso en el confinamiento.

Dicho paso fue cuando aparecen las reuniones virtuales vías “zoom”…  “meet”, “skype”, etc.. Y con el fin de asistir a clases y aprendizajes y se ponen en marcha distintas actividades como: yoga, gimnasia, clases de cocina, reuniones de lectura, etc. Con ello los mayores, avivan diferentes objetivos: desarrollar fortalezas como el aprendizaje y curiosidad, así como intervenir, intercambiar. Y contrastar opiniones y sobre todo lo más importante, sentirse necesario y NO ESTAR SOLO.

A día de hoy, se siguen realizando dichas actividades, y destacar las que se realizan en la Asociación “Mayores Telefónica”, interviniendo desde sus casas en los diferentes Talleres como “Activación Física y corporal” o “Mindfulness”, es lo que se denomina la proximidad digital.

Y a modo de ejemplo aquí puedes ver un dispositivo móvil.

Tecnologías digitales y mayores. Tecnologías tras el confinamiento.

Actualmente, estamos viviendo un creciente desarrollo de productos y aplicaciones que tienen en cuenta las características e intereses de los mayores y que les permiten abrirse a nuevas experiencias. Destacable, en este contexto, es la aparición de la web-app grandesvecinos.org para facilitar las relaciones vecinales y prevenir la soledad en las personas mayores. Para su desarrollo, se cuenta con la Delegación de Euskadi (Adinkide) y el programa de la Diputación Foral de Gipuzkoa que impulsa iniciativas innovadoras al servicio del envejecimiento saludable.

Nuestro objetivo social es estar enseñando en el acompañamiento digital, mentorizando en el envejecimiento óptimo y con éxito. El uso de la app WhatsApp en los smart-phones se hace necesario en el presente, la práctica de las llamadas virtuales o con cámara, han atenuado la llamada brecha digital, convirtiendo a todos los mayores en ciudadanos activos y sobre todo conectados.

Lo cierto es que, hasta el momento, se necesita un gran esfuerzo para que estas tecnologías se adapten por completo a las necesidades de los mayores.

Por ejemplo, en España. Que a pesar de que existe un número cada vez más elevado de personas mayores que utilizan tecnología de diferente tipo. Aún queda mucho por hacer para superar la brecha digital y para evitar la “exclusión tecnológica”. Y es labor del cuidador y familiares saber qué tecnología es la más apropiada.  Además de adaptarla a las características de cada persona (atención centrada en la persona). Y buscando siempre esa autonomía y bienestar de la que venimos hablando.

Porque es destacable el proyecto llevado a cabo, en esta línea… por el programa de voluntariado corporativo del grupo telefónica: “Ayuda a los mayores a estar conectados”. Y cuyos objetivos son:

• Acercar la tecnología a personas mayores. A través de talleres sobre la utilización de Aplicaciones como WhatsApp. Y el uso básico del Smartphone, ocio a través del teléfono, y compra online o por teléfono.

• Acortar la brecha digital y conectar a las personas mayores con sus familias.

• Empoderar digitalmente a las personas mayores y conseguir que sean autónomos digitalmente.
  

Tecnologías digitales y mayores. Conclusiones.

La sociedad se va actualizando y evolucionando tecnológicamente. Y el mundo sociosanitario no es menos. También debe actualizar, renovar e incluir nuevas funciones y comodidades. Para así poder hacer más fácil la vida de las personas que necesitan este tipo de ayuda en sus hábitats residenciales: telemedicina o centros de reunión digital, como ejemplos.

Los objetivos de este desarrollo digital en mayores. Se deben basar principalmente en los pilares de la prevención, sensibilización y concienciación y la intervención clara, flexible y fiable. Y con el fin de percibir una mayor calidad de vida, redundando en una mayor autonomía y estabilidad emocional de las personas.

Nueva normalidad.

La “nueva normalidad” nos trae no solo nuevos aprendizajes. Sino también diversidad en adaptación al medio. Y por ello las tecnologías ayudan a acercar no solo personas. Si no también experiencias de vida y esa es la esencia del ser humano, compartir para sentirnos vivos. Porque no olvidemos que “lo que no se comunica no existe”, hagamos de las tecnologías positivas una nueva fuente de vida.

Artículo de Mayte Vázquez Resino, 15/07/2021

Psicóloga Sanitaria.

Fuente: Geriatricarea.